Hoy en día es cada vez más importante vivir y mantenerse sano. Pero muy pocas personas están haciendo algo al respecto. Una estadística aterradora muestra que sólo alrededor del 50% de las personas que viven en Alemania practican deportes con regularidad. Con consecuencias fatales: Los problemas de espalda se han elevado recientemente a la enfermedad número 1. Sin embargo, las posibilidades de prevención de tales dolencias físicas son bastante sencillas de aplicar.
¿Qué hace el deporte para mi salud?
Responder a esta pregunta es tan simple como importante: El deporte en sus diversas formas, como la natación, el senderismo o un deporte de equipo como el fútbol, hace que el cuerpo se reactive y mejore. La musculatura se fortalece y esto entonces apoya el sistema locomotor cada vez mejor. Esto no requiere necesariamente un entrenamiento especial de fuerza, porque mediante la repetición constante, por ejemplo mediante unidades de carrera regulares, se utilizan muchas partes del cuerpo y por lo tanto se apoyan. En la fase inicial del entrenamiento, esto lleva al atleta a menudo a tener músculos doloridos en áreas que no conocía antes. La natación, por ejemplo, utiliza todas las regiones musculares del cuerpo sin poner en tensión el aparato óseo.
Por esta razón, este deporte se utiliza a menudo para medidas de rehabilitación. Además de fortalecer los músculos a través de actividades deportivas continuas, también se observan efectos positivos en el sistema cardiovascular, el sistema inmunológico y la psique. Sobre todo, el ejercicio en la naturaleza, por ejemplo el senderismo, contribuye a reducir la presión arterial y ayuda a escapar del estrés de la vida cotidiana. Además, el deporte promueve el componente social, ya que el deporte se suele practicar en grupos más grandes, lo que aporta beneficios psicológicos. Un grupo más grande con personas que comparten el mismo objetivo aumenta el sentimiento de unión y el espíritu de equipo. Esto ayuda a las personas que pueden estar atascadas en un agujero psicológico, ayudándoles a descubrir nuevas metas en la comunidad y despertando la voluntad de alcanzarlas.
Cada uno es responsable de sí mismo
Aunque el deporte depende del espíritu de equipo y la cooperación, cada uno es responsable de sí mismo primero. Sólo una persona dispuesta a ello encontrará la motivación para cambiar su rutina diaria y asumir y dominar regularmente nuevos retos, aunque a veces llegue a sus límites. El arte en esto es la continuidad de la materia. Esto significa que sólo puedes tener éxito si empiezas algo y lo continúas con convicción. Es menos importante cuán alta es la intensidad al principio. El éxito vendrá y crecerá de vez en cuando. Si empiezas lo suficientemente temprano, estableces el curso de una vida vital, incluso en un mayor envejecimiento. Además, estadísticamente hablando, la probabilidad de contraer cáncer disminuye en un 40% si haces deporte.
Cada una de estas razones debería ser suficiente para superar al bastardo interior. La parte más difícil es sólo la decisión de empezar.